Rumbo al bosque, al pie de la montaña, el genio se topa con el sabio .
El sabio habló en voz alta, con la certeza que el genio no podría dejar de oírlo.
"La insoportable irrelevancia del existir, en el momento justo en que dejas tus monedas rodar sin rumbo, por el suelo árido. La conciencia del conflicto y el desinterés por el entendimiento y la razón.
Tienes el mar, pero mueres de sed. Tienes la luna y aún así piensas en el brillo del sol. Cuando tienes el sol, ansías la noche. Y en la noche a tu ímpetu ya no le quedan veredictos. "
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