Veo tu alma esfumarse en un suspiro, en un intento de grito desgarrado que se evapora en las penumbras del silencio.
Veo tu figura marcharse, alejándose de mi vista y ya no puedo contemplarte.
Las nostalgias, el desconcierto.
Por los dioses del Olimpo, no puedo desprender tu perfume de mi almohada .
De a ratos, tu voz resuena en mi cabeza...
Razón versus sentir...
Exalaré, y con mi aire enviaré un beso místico directo a tus pensamientos... he allí donde deben fusionarse. Un torrente de amor para llenar esos vacíos .
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