Saltando de charco en charco, la niña se embarra un pie hasta el tobillo.
Enamorada, niña tonta.
Suelta tu lengua criatura celeste, no calles más.
Grita hacia el Norte y hacia el Sur.
Tu felicidad perdida, tus plegarias. El agua que calme tu sed.
Grita niña, grita.
Atúrdenos, muéstranos dónde es que estás.
El Este te recibe y el Oeste te espera.
Basta de lamentos niña hermosa, ya no es tiempo de torturas.
Tu sonrisa destila luz.
Tu sonrisa destila luz.
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Basta ya de penas, a veces la niña se cansa de gritar que nunca es suficiente. Y otras tantas se tapa la boca para no hacerlo mas.
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