Hay veces que no todo es de colores, ni sonrío aunque me hagas cosquillas y quiero escuchar los temas más violentos de Panthera y fumarme un porro en la oscuridad, sin que nadie me hable, sin que nadie me mire. Quiero agarrar una hoja en blanco y tachar la nada hasta perforar el papel y ahogarme en llanto. Ira.
Sí, la ira se apodera de mí de tanto en tanto. Y todo lo que toco se vuelve mierda, naturalmente.
Y escribo, y escribo mierda. Mierda que con sol puede ser un hermoso cucumelo.
Y mi boca se convierte en excusado. Y mi corazón se vuelve turbio.
Y tooooodo lo que soy, se vuelve duda.
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