Hoy, lunes 12 de julio del año 2010 del calendario gregoriano.
Hoy, precisamente hace una hora, bajé de un colectivo (el 142 para se exacta) y decidí comprar medialunas en una panadería con una producción exquisita y un tanto costosa.
Teniendo en cuenta la sensación térmica de 4ºC, decidí caminar ligero hasta llegar a casa. Inmediatamente preparé un capuccino.
Mientras veía el proceso químico de la leche al fuego, no pude evitar recordar una muestra fotográfica a la que asistí hace unos meses. En dicha muestra, el fotógrafo rosarino Res expone unas tomas de familias carenciadas económicamente. Familias de Nuevo Alverdi. Familias asinadas. Familias que viven en un cubo de chapa agujereada.
Tuve la suerte de poder transportar mi materia física, al interior de un cubo de chapa. Un cubo de aproximadamente 4 por 5 metros. Sí, el hogar de una pareja. El hogar de una familia formada por un padre, una madre , dos adolescentes y una niña.
Fuí generosa llamando cubo a esa casilla de chapa. Un cubo tiene sus aristas perfectamente unidas... en cambio este triste refugio atado con alambre, da paso libre tanto a la luz y el calor, como al viento y el frío.
Entonces, sintiendo un nudo en el pecho me dije ¿qué puedo hacer yo, desde mi lugar, por esta gente ?.
La respuesta a eso es: muchísimas cosas más de las que imagino.
Empezando por publicar en internet este escrito, convocando a gente. Sin discriminación de aportes. Quiero que todos unamos fuerzas, gente con conocimiento en todas las áreas. Quiero reunir manos, voces... hacer un proyecto solidario y hablar con quien corresponda.
Me siento incapacitada para hacerlo sola, pero me basta una persona interesada para entregarme en cuerpo y alma.
Si es que acaso te interesa, o sospechas que a alguien le interesaría, comunicate conmigo, mediante esta misma página.
acá estoy con vos!
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