Sentir que por un instante somos uno, tu respiración y la mía van a la par. No te miro, no me mirás. Nos sumergimos en un mar de cosquillas que te invaden el cuerpo, desde los pies a los ojos.
Los movimientos suaves intensifican mi placer.
No me gustan las palabras en este caso. No las uses. Sentime, así como yo te siento y... aaaaaa!
Caigo sobre tu pecho, y vos te rendís. Es difícil separarse después de semejante orgasmo.
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