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· ROCKING THE WORLD ·

jueves, 19 de noviembre de 2009

Una vez salí con un chico, muy machista. Él me enseñó bastante sobre fútbol.
Fue la primer persona que me movió el piso. Pero estaba obsesionada, no lo ví nunca como era, sino que compré una imagen de él que me cegó. Tanto así que a la hora de la despedida me dejó más de una enseñanza... Nos rompíamos las pelotas todos los días, mañana, tarde, noche... insoportable. No tenía vida al margen de ese chico.
Después de ser la más sincera siempre, de jugarme las manos apostando a él, me doy cuenta que el cuento que me contaban no era cierto, y bueno...
aprendí a no confiar tanto en la gente, a seguir mi camino confiando en mí.
También me cuestioné qué carajo hice dos años con esa persona, y llegué a la conclusión, que en su momento me ayudó tener su apoyo emocional, y que gracias a esa relación, al cielo y a los santitos, nunca más voy a tener una similar.

Después conocí a alguien, y le mentí sobre mí... le mentí en la edad, él era mucho más grande que yo. Admiré muchas cosas en él, y me enseñó muchísimo. La pasaba genial, re genial.. la verdad que súper.
Pero era un falopero sin remedio, con una vida diferente, sus hijos y una ex mujer molesta.
No teníamos futuro, y cada día el cariño era más grande. En esa relación aprendí a renunciar.

Después conocí a un chico mas jóven. Muy inmaduro, un tarado en verdad.
Esa especie de "relación" que tuvimos, basada en charlas virtuales me enfermó. Histeria con patas ese muchacho.
Jamás me besó. Nunca me tocó, y su rechazo... me podía.
Un día sucedió todo. Y al cabo de una semana me dí cuenta que me sentí usada como una prostituta, como un trapo para secar el agua derramada.
Fui una estúpida que no aceptaba un no, de alguien que en verdad no me merecía.
Con él aprendí a quererme.

Después de eso, relacionarme con un hombre me aterraba. Nadie besaba mis labios, no podían tocarme. Tuve experiencias negras con gente aterradora.

Hasta que un día pasó. No lo pensé de más... y comencé una relación una noche loca, a puro rock.
Fue genial. Lo idealicé, lo recontra idealicé. Un mente muy interesante. Otra vez un chico más grande, que me sorprendía.
Sexo vino, sexo fue, película, música y sexo, comida, música, baño, música, sexo... Era genial... mientras lo conocía.
Llegó un punto, que me cansé de ser tan buena y de respetar tanto sus tiempos. Sus tiempos tan distintos a los míos. Mientras él descubría lo que le gustaba de mí, yo ya lo había descubierto, analizado, e incluso ya me había resignado, porque estaba viendo las cosas que no me gustaban de él.
Nunca le dije nada, solamente dentro mío cambiaron cosas.
Un día me gritó, sin ningún motivo... y ahí me di cuenta que estaba yendo a ningún lugar con un gruñón, loco demente. Muy interesante persona, pero imposible una relación con él.
Fueron unos largos meses. Hasta que comprendió, que yo no quería lo que él me daba.
Aprendí muchas cosas, entre ellas: "el que espera desespera" y
a definir cómo no debe ser la persona que me posea.

Después conocí a un chico, era ideal. Mucho entisiasmo, y realmente comparado con mi relación anterior era un dulce.
Se la pasó diciendo pelotudeces. No voy a negar que me gustaban las pelotudeces que decía...
Cometí el error de permitirme sentir algo otra vez, con una persona que no fue la indicada.
Pero esas cosas no las maneja uno vió.
Con él me dí cuenta que prefiero no tener, a compartir... Y todo lo apreHendido antes, lo puse en práctica.
Me felicito por eso.

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